POR DEBORA GOLDSTERN
Por casi sesenta años, una verdadera epidemia de mensajeros espaciales tomó al mundo por asalto. La figura andrógina de Asthar Sheran se constituyó en una presencia regular y activa, con enorme influencia, aún hoy en día, en los más importantes grupos de contacto en el mundo y cómo un resorte fundamental de la New Age. Sus orígenes señalan a USA como lugar de procedencia, algo que no debe extrañar teniendo en cuenta el contexto de posguerra que inició la fiebre platillista.